En general sabemos que los Trastornos Depresivos se relacionar con la tristeza, sin embargo, es importante diferenciar entre un estado común de tristeza y un cuadro depresivo. La tristeza es una emoción básica que surge como reacción ante algo que nos ha pasado recientemente, como por ejemplo: el término de una relación amorosa, problemas en el trabajo, peleas con amigos o familiares, entre otras causas. En consecuencia, la tristeza dura un tiempo acotado y se vive con una intensidad proporcional a la del problema.
En cambio, la depresión se vive como un estado de tristeza profunda o de desinterés general (incluso por las actividades que antes nos generaban placer), que se prolonga en el tiempo, haciendo difícil identificar qué la causó. Asimismo, cabe agregar que la intensidad de la tristeza es desmesurada y tiñe diversos ámbitos de nuestras vidas deteriorando, por ejemplo, nuestro desempeño en el trabajo, en el colegio, nuestras relaciones interpersonales, e incluso es posible que lleguemos a pensar en el suicidio.
En síntesis, los cuadros depresivos se diferencian de una tristeza pasajera y no deben ser tomados con ligereza, su recuperación requiere de tiempo. En Chile es sabido que la depresión es la primera causa de suicidio y de discapacidad laboral. Se estima que las personas pierden un promedio de 9 años de su vida luchando contra este malestar. Es por esto que resulta importante acudir a un profesional de la salud mental cuanto antes, para evitar que el cuadro se complique y prolongue en el tiempo.
¿Cuáles son los síntomas de la Depresión?
Los síntomas son variados y no se presentan necesariamente todos a la vez. Sin embargo, es importante tener en cuenta que suelen ir acompañados por un sentimiento de haber involuntariamente cambiado nuestra manera típica de ser, un deterioro en las relaciones sociales, en el rendimiento laboral y en otras áreas de la vida.
Hay 2 síntomas que son los más característicos de un cuadro depresivo, y es usual que al menos uno de ellos se presente:
1) Sentirse constantemente triste, vacío o desesperanzado, la mayor parte del día y casi todos los días. En niños y adolescentes este estado de ánimo puede ser irritable.
2) Notar una disminución en el interés o en la sensación de placer que le generan la mayoría de las actividades que realiza durante el día, casi todos los días.
Otos síntomas pueden ser:
3) Variaciones en el peso corporal o en el apetito, tanto el peso como el apetito pueden haber aumentado o disminuido.
4) Aumento o disminución de las horas de sueño durante el día. Es posible que las personas noten que no pueden conciliar el sueño, o se sientan constantemente cansadas y se queden dormidas de forma seguida.
5) Que otras personas noten que la persona afectada está últimamente más inquieta, o extremadamente lenta. Es decir, se observa que la persona se mueve de forma agitada la mayor parte del día o se mueve de forma excesivamente pausada y lenta.
6) Fatiga o pérdida de energía, casi todos los días.
7) Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesivos, en diferentes situaciones, la mayor parte de los días.
8) Disminución en la capacidad para pensar, concentrarse o para tomar decisiones, casi todos los días.
9) Recurrentes pensamientos sobre la muerte, deseos de morir constantes, que incluso pueden llegar a concretarse en intentos de suicidio.
En el caso de que la persona afectada haya perdido a un ser querido, es importante diferenciar entre un proceso normal de duelo y un cuadro depresivo. En el duelo la sensación predominante será de tristeza y de vacío por la pérdida, sin embargo, el dolor no impide totalmente manifestaciones de humor y emociones positivas. Asimismo, el malestar probablemente disminuirá en días o semanas, y sólo regresará con intensidad cuando se piense en el difunto. Por otro lado, la autoestima de quien vive el duelo no suele verse afectada, y si existen ideas suicidas, normalmente se encuentran en relación al recuerdo del difunto. Igualmente le recordamos que la ideación suicida constante nunca debe tomarse con ligereza, si la nota por favor asista a un profesional de la salud mental para pedir ayuda.
¿Cómo se trata la Depresión?
Los cuadros depresivos deben ser tratados por el trabajo en conjunto de un psiquiatra y un psicólogo. Esto se debe a que en el caso de que el cuadro depresivo se haya prolongado en el tiempo, será necesario afrontarlo con la ayuda de fármacos, ya que el cuerpo ha sido incapaz de generar por sí solo los químicos que necesita para volver a un estado normal de funcionamiento.
Asimismo, es absolutamente necesaria la terapia psicológica, puesto que si bien pareciera que la tristeza y el vacío que se sienten han surgido sin motivos aparentes, esto no es del todo cierto. La depresión tiene que ver con el modo en que hemos estado viviendo nuestra vida hasta este momento, la forma en que hemos estado afrontando las situaciones, y que lamentablemente han sido formas de vivir que nos han generado dolor y daño a lo largo del tiempo, haciéndonos sentir desesperanzados.
En la terapia se trabajará con el paciente para que éste pueda comprender la forma en que afronta la vida y sea capaz de identificar qué es lo que le causa sufrimiento, para que luego pueda modificarlo y afrontar las situaciones desde otra perspectiva. Es importante que sepas que las cosas pueden mejorar, y es posible tener un nuevo comienzo en la vida.
¿Qué puedo hacer para ayudar a un amigo o familiar con Depresión?
Cuando las personas se encuentran cursando por un cuadro depresivo a veces les cuesta tomar decisiones, además se suelen sentir muy cansadas e incapaces de hacer hasta las actividades más simples, y tienden a aislarse de otras personas, lo cual los incapacita para pedir ayuda. Es por esto que si notas que uno de tus seres queridos se encuentra cursando por un cuadro depresivo, ayúdale a tomar una hora para ir al médico o al psicólogo y acompáñalo si es necesario, porque es altamente probable que no pueda tomar la hora por sí solo, ni se sienta con las energías para ir. Una vez que se encuentre siguiendo el tratamiento, anímalo a que no deje los fármacos ni la psicoterapia, ya que las mejorías no se notarán de inmediato y los tratamientos suelen ser largos. Asimismo, intenta acompañarlo durante este período de su vida, escúchalo atentamente y trata de ser tanto comprensivo como paciente, ya que la recuperación demorá un tiempo.
¿Tengo Depresión, qué puedo hacer?
Si crees tener depresión, acude a un psiquiatra o a un psicólogo para que recibas el tratamiento adecuado. Es altamente probable que no sientas la energía para tomar una hora o para asistir, sin embargo, ten en cuenta que si lo haces es posible que puedas mejorar y volver a disfrutar de la vida. En consecuencia, un día en que sientas que tienes un poco más de energía, agenda la hora y comprométe contigo mismo a asistir. También le puedes comentar a un cercano lo que te está pasando y pedirle ayuda para que te acompañe e incentive a asistir. Es importante que intentes no aislarte de tus seres queridos y de las personas en las que confías, intenta compartirles cómo te sientes. Por último, te recomendamos cuidar tu salud en general, trata de hacer deporte, mantén como mínimo 3 horarios de comida estables en el día y cuida tus horarios de sueño.
Para finalizar, te recordamos que en Chile el tratamiento de la depresión está garantizado por el Plan Auge para las personas mayores de 15 años, cuando asistas al psiquiatra pídele que te informe cuáles son los pasos que debes seguir o visita los links al final del artículo.
Sinceramente espero que este artículo te haya ayudado.
Para mayor información sobre el plan AUGE:
Los criterios de diagnóstico fueron extraídos de:
American Psychiatric Association (APA). (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V-TR. Washington, DC London: APA.
Si te quieres informar sobre la prevalencia de la depresión a nivel mundial, puedes leer este estudio de la OMS:
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